La estupidez de la gente, o el machismo femenino

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Por Gerardo J. García.

El internet, y más en específico las redes sociales, se han convertido en un espacio donde, tanto la difusión como el anonimato, permiten las más variadas e incontrolables expresiones del conocimiento. Opiniones, insultos, difamaciones, rumores y verdades, todo en un caldo de incertidumbre que pareciera ser apenas el umbral del futuro en las comunicaciones del ser humano.

De esta forma, cualquier ser humano con acceso al internet, tiene un alcance geográfico y temporal prácticamente sin restricciones, en el que las expresiones de racismo, odio o simple estupidez sin fundamentos pueden crear mensajes tan ofensivos como dolorosos.

Estas expresiones resultan mucho más graves cuando son emitidas sin responsabilidad alguna por los nuevos líderes de opinión que ha permitido el internet: los blogstars, quienes algunas veces no son conscientes de las implicaciones que tienen sus comentarios al ser dirigidos a una cantidad difícilmente calculable de audiencia.

El sexismo es una de las segregaciones sociales a las que más se recurre en redes sociales, posiblemente debido a la idiosincrasia usualmente machista y que encuentra en la discriminación motivo de risa y polémica, valiéndose de críticas, clichés, travestismos cómicos y un arsenal tan variado como conocido.

Sin duda es una forma de conseguir visitas, vistas, likes y demás retribuciones sociodigitales.
Pero, ¿Denigrar a tu propio género vale la pena?

YosStop es un videblog estelarizado por Yoseline Hoffman, actriz, locutora y pariente de la también actriz Ginnette Hoffman. Su canal es sumamente visitado y redituable, tanto que resultó seleccionada para YouTube Next Latino, concurso lanzado por el portal antes mencionado, para capacitar y fomentar a video blogueros con potencial.

Yoss es un personaje que, si bien sostiene una actitud “rebelde”, “librepensadora” y “valemadres”, tal vez no está consciente de lo desagradables y denigrantes que pueden resultar algunos de sus videos.

Para el caso en particular, me refiero a este:

http://www.youtube.com/watch?v=TkUGtX958XM

Más allá de la crueldad de sus críticas y de la severidad de su prejuicio, Yoseline Hoffman parece no darse cuenta de las implicaciones socioculturales y comunicacionales.

Tratar tan a la ligera un asunto de acoso sexual, manipulación, engaño, chantaje e inclusive de pederastia (cosa que es una mera especulación, pues no contamos con la información necesaria) es nada comparado con la violencia a la que se dirige a posibles víctimas de situaciones semejantes.

Podemos notar a lo largo del video, debajo de esa marea de insultos y violencia contra ella en específico, una verdadera tendencia sexista. Para ello tomaré los siguientes extractos:

20’ (sobre el peinarse) “Esa clase de cosas que se supone que una mujer debe de hacer…”
2’37’’ “Claro, hija de papi”
5’01 “Desgraciadamente por mujeres como tú, nos tachan a las mujeres de pendejas”

Esta tendencia se agudiza todavía más al no tratar ni al ofensor ni a la víctima como tales:

Minuto 6’04’’ “Claro que te lo has ganado a pulso. Tú no eres una víctima, nadie te hizo nada. El wey es un pobre petardo que no tiene vida y necesita la pinche necesidad de ligarse una vieja estúpida por Facebook que lo pele aun no teniendo foto de perfil, osea lo cual quiere decir que es un pinche usuario fake, osea falso (por si no sabes lo que significa), y que aparte se tiene que inventar otras personalidades para pedirte fotos y videos para que tú estúpidamente salgas encuerada. Tú no eres una víctima. Eres una estúpida, nada más.

Me he tomado la libertad de subrayar aquello que me pareció una descripción bastante sincera y acertada de lo que son los depredadores sexuales por internet. ¿Les parece gracioso?

Más allá del sexismo, los insultos y el contexto fomentan la vergüenza en usuarios susceptibles. Lo que los blogueros tienen de diferencia a los comunicólogos es la ignorancia sobre los efectos de la opinión pública y en ser un líder de opinión:

Minuto 40’’ (sobre la chava) “por respeto a… No sé a qué tendría que tenerle respeto”
Minuto 3’03’’ “No estás tan pendeja como pensaba”
Minuto 3’39’’ (tono burlón para contar la historia. Se repetirá más adelante)
Minuto 3’57’’ ¿Es broma, es burla? (imitando) “Soy una tonta, soy una bruta”… Eres una pendeja. ¡Aparte le hiciste tres videos!
Minuto 7’02’’ (sobre el hecho de que no quiere dejar al hombre en cuestión) “Me estoy preguntando: verde, que tienes en la cabeza. ¿Mierda? Porque si no es mierda, no sé qué sea peor que la mierda”
Minuto 7’34’’ (Como conclusión para la chica) “Si existiera una palabra peor que pendejo, osea estúpido, idiota, imbécil, bobo, tarado, absurdo… No sé qué otra palabra describiría tu situación.”

8’11’’ (como conclusión para la chica) “Sinceramente creo que no tienes vida y que deberías de comprarte una. Deja te paso algún dato donde vendan vidas para que pus… tengas una.”

Minuto 8’30’’ (sobre si hay otros “stoppers” en una situación similar) “Eres un idiota, tu vida no tiene sentido y wey, necesitas morir y volver a nacer para que se arregle tu vida. Osea, no hay de otra. La inteligencia no se compra, neta la inteligencia no se compra. Pero al parecer la pendejez se vende por todos pinches lados”

Para cerrar con broche de oro. La protagonista de este capítulo, en la descripción añade que la intención de tanto insulto no es, obviamente, obtener muchos likes y visitas, sino prevenir (por no decir regañar) a la mujer que pidió su consejo. Cosa que describe muy respetuosamente con la frase “creo que esta es la única manera de que se sienta lo suficientemente estúpida para dejar de hacerlo”

Pero en esta frase, marcadamente ya no sexista, sino xenofóbica, parece expresar justamente lo contrario. Quererse dirigir a la gente “inteligente”:

8’58’’ El mundo es estúpido y que hay que recalcarlo y mostrarle a la gente inteligente que existen este tipo de personas que neta hay que prohibirles el paso a tu vida, porque nada más van a compartirte de su mierda. Busca juntarte con gente que tenga un poquito de cerebro y que tenga algo bonito e importante que aportarte a tu vida. Y si no, a la shit”

Paranoia TV, o el feminismo doble cara.

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Por: Gerardo j. Garcia

No es novedad ninguna de las variables que dan como resultado las 139 274 vistas del programa piloto de Paranoia TV. Sexo y acoso laboral, que se difunde de forma viral en otros cientos de videos y formas, reproduciendo justo el momento ya tan conocido en nuestro país, gracias a las redes sociales.

Para encontrar referencias sobre el programa piloto del proyecto Paranoia TV, basta con googlear o buscar en youtube la palabra “Andrea Vilash”. O alguna frase relacionada con “Se quita la tanga para Banda Limón”

Ya sea el programa completo o el fragmento, el video muestra una entrevista en la que los integrantes de esta agrupación acosan, manosean y desvisten a una conductora que parece haber sido elegida para el programa por atributos no precisamente periodísticos.

¿Victimización? ¿Injusticia? ¿Inequidad de género? Los elementos presentes parecen invitar a la reflexión sobre el trato de la mujer y el respeto al género en lo laboral y en la opinión pública. Likes, insultos en los comentarios de YouTube y Facebook, debates e indignación que enmascaran lo que, tras un mirada un poco más profunda, revela sobre nuestra naturaleza social. Somos animales.

El canal, cuyo video más visto después de este es el tráiler donde justamente aparece la conductora Andrea Vilash anunciando el mismo episodio, no ha elegido temáticas, vestimentas y presentadores al azar. El afán de vender ha retribuido bien en el escándalo provocado por la entrevista con Banda Limón.

El intercambio carnal por toda clase de favores y retribuciones está presente desde tiempos inmemoriales en nuestra cultura, en expresiones tan sutiles como las conductoras de la TV, o tan descaradas como el cine de ficheras. ¿Y nos ha indignado? Jamás.

Una oleada de calificativos como puta, fácil, pronta, cachonda, describen y condenan,  juzgan o defienden un comportamiento que pasa inadvertido en nuestro día a día en nuestra publicidad, programas de televisión y actuar cotidiano, a la vez de páginas, grupos, blogs y hasta grandes medios de nuestro país nos montamos en la efervescencia de ese instinto natural del morbo voyeurista. Nosotros no compartiremos el video.

Mientras tanto, ParanoiaTV mantendrá su éxito hasta el siguiente ciberescándalo, y Andrea Vilash aparecerá en los medios, posará para alguna publicación impresa y se perderá en el olvido de las cosas que nos hicieron indignar en internet.

Más habría que pensar en nuestra educación y en la congruencia de nuestras acciones. El hecho provocó un súbito interés sobre la situación laboral de la mujer en México, que arrojó los siguientes datos:

30.1 por ciento de las mujeres que trabajan en México ha sufrido algún tipo de violencia laboral La 23.8 por ciento de las cuales ha sido discriminada
12.5 por ciento, acosada de forma moral, física o sexual.

Secretaría de Trabajo y Previsión Social, en 2011

 Estos, casos que han sido denunciados…

¿Pasarían estas cifras de ser altas a ser altísimas con situación de mujeres que mantienen el silencio por no ser despedidas? ¿Y qué decir de aquellas qué, como la ex conductora de Paranoia TV, hacen de la exhibición sexual parte cotidiano de su trabajo, ya sea para conseguir mejores oportunidades o para mantener beneficios? ¿De las mujeres que están de acuerdo con estos comportamientos machistas que degradan de forma sutil pero constante a las trabajadoras de distintos ramos? ¿La equidad de género alcanzará algún día el campo laboral?