Por: Karen Molina
Obra de teatro realizada por Rodolfo Usigli en 1938 .Cuenta la historia de los Rosas. Una familia mexicana de clase media de los años treinta, que viven en una casa no muy ostentosa tras perder parte de su fortuna. En la casa viven la señora Rosas y sus cuatro hijos: Ricardo, Bernardo, Victoria y Herminia, además de su yerno Alejandro (esposo de Victoria). Los Rosas a pesar de ser una familia convencional, con problemas familiares cotidianos, ellos tendrán una serie de eventos que harán que cambie sus formas de vida.
Sin embargo los personajes femeninos son quiénes dan mayor fuerza a la obra. Por una parte Herminia, representa la mujer moderna, libre y decidida pero a su vez confundida, caprichosa e impulsiva. Mientras que Victoria es la mujer doméstica y sumisa que tras dos años de matrimonio, vive sin sentido, infeliz y amargada. Ambas de la misma familia, pero con distintas formas de ser, darán un giro en su vida cuando conocen a un hombre: Roberto Dávila. Un hombre tímido, honesto, elocuente pero también pasional, que ayudará a ambas mujeres a encontrar su camino.
Herminia que es una mujer imposible para los hombres pero a su vez el deseo de muchos de ellos, encontrará en Roberto algo más que un capricho y Victoria demostrará conforme pasa la historia, que necesita ser algo más que una mujer doméstica.
La mujer no hace milagros es una alegoría de la creencia de la mujer débil que no es capaz de decidir el rumbo de su vida. Usigli invita a los lectores a mostrar las dos caras de la mujer de los treinta y porque no, los roles que siguen teniendo la mujeres actuales.
La mujer que no hace milagros es que aquella que no es capaz de demostrar sus sentimientos por miedo al que dirán y al escándalo. Sin embargo el milagro es para Usigli el despertar de la mujer para decir lo que piensa y lo que quiere, el derecho de la mujer al conocimiento y la libertad.
La obra de Usigli atrapa desde un inicio. La atmosfera y el espacio donde se desenvuelven los personajes es intensa. A pesar que en la mayoría del discurso tiende a ser un tanto misógino, y revelar en sí la poca iniciativa e inteligencia de la mujer, demuestra a su vez una fuerte defensa de la condición femenina al rescatar el derecho al voto, la libertad de la mujer para elegir con quién casarse y el tema del divorcio. La mujer no hace milagros es sin duda una obra que determina la época posrevolucionaria mexicana demostrando en sus personajes, en especial en las mujeres el cambio y la libertad que muchas en la vida real comenzaron a luchar.